Unas cuantas semanas luego de mudarnos para Austin, tuvimos la oportunidad de irnos de janga a Downtown, cerca de la 6th Street. Unos muy buenos amigos de Marido estaban de visita por estos lares, y decidimos salir a darnos unos drinks y cenar Downtown. Ese día, visitamos a Gus's "World Famous" Fried Chicken. Nos reíamos, pues el pollo era tan famoso alrededor del mundo, que nunca habíamos oído hablar de él.
El restaurante estaba
lleno a capacidad. Habían familias, parejas, amistades. Nos dio una vibra relax, y luego de una corta
espera, nos sentaron en una mesita apretujada entre las tantas mesas del
local. Lo primero que pedimos fueron
unas cervecitas para ir entonando.
Lo primero que pedimos fue cervecita |
Luego pedimos nuestra orden
de pollito… pechugas, alitas, muslitos… con papas majadas, macarrones con
queso, habichuelas… mmmm, todo sonaba súper rico. Estábamos súper
deseosos de probar este pollo de fama mundial. ¡Se nos hacía la boca
agua!
Mi pollito con arrocito y repollo |
Al primer ñaqui…
¡fuego!!! Fuego en la lengua, los cachetes, el paladar, la nariz,
los ojos… hasta por los oídos salía fuego. ¡Este pollo sí que pica!
Estaba cocinado a perfección, con un sabor riquísimo y un cuerito bien tostao…
¡pero coño el pique!
Nadie nos dijo que este
pollo picaba. Ni mucho menos que picaba así de mucho. “¡Otra
cerveza, por favor!”, era lo que se oía de nuestra mesa. No sabíamos
si tomar agua, cerveza o las dos a la vez. El pollo tenia rastros
del pique bieeennn adentro hasta el hueso. ¡Pero qué rico estaba!
Nos reímos montones,
mientras estos 4 jíbaros comían la comida más picante que jamás hubiéramos
probado. Nos bajaba el sudor, tosíamos y hasta los mocos se nos
salieron. Pero no podíamos dejar de comer de lo rico que
estaba. Imagínate que, con tanto pique,
hasta el frío se nos fue; salimos del restaurante sin abrigos, bufandas, ni
guantes. Teníamos calor. ¡Estábamos hirviendo por dentro!
Marido y yo en Gus's |
El resto de la noche la
pasamos súper. Caminamos por la 6ta, bebimos, vimos a un hombre
meterse en una maleta, y a otra, andar por ahí sin camisa; con las tetas al
aire. Poco a poco se nos fue el sabor de pique de la boca, y la pasamos
de show.
De más está decirles que
nuestra aventura pollística nos mantuvo en la casa el resto del weekend…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Me encanta oir de mis seguidores! Comparte tu historia o comentario aqui! Issys